Latinoamérica

La Bahía de Buenaventura, en el Pacífico colombiano, paraíso de ballenas

Las yubartas convierten a Bahía de Buenaventura, en su sala de partos, donde se asientan para tener a sus ballenatos, amamantarlos y entrenarlos para el gran océano.

La región de Bahía de Buenaventura se consolida cada vez más como un ejemplo de turismo comunitario, los locales se capacitan para recibir a los turistas con el mayor conocimiento posible, ofreciendo variedad de actividades diferentes al sol, playa y arena, y la experiencia que se vive es única. Las aguas cálidas del Pacífico colombiano, sus ballenas jorobadas, su gente y, sin lugar a dudas, su gastronomía, hacen que sea parte de la lista de los lugares que viajeros extranjeros desean frecuentar en el país. 

Por las características de esta región, los viajeros tienen la posibilidad de practicar distintas actividades de ecoturismo de aventura, como buceo en parques naturales, avistamiento de aves, adentrarse en cuevas submarinas donde se esconden diferentes especies de peces, delfines y tortugas; caminatas ecológicas para disfrutar del paisaje con una variedad de fauna y flora. 

La idea es ofrecer experiencias únicas, inolvidables, con el respeto al entorno y a las especies en su hábitat. Las ballenas jorobadas o yubartas (Megaptera Novaeangliae), por ejemplo, forman parte de ese círculo de cuidado y preparación de los guías, que llevan al turista a través de una relación íntima con estos enormes cetáceos, que se han convertido en la excusa perfecta para visitar el Pacífico vallecaucano por esta temporada, entre los meses de julio y octubre.  

Las yubartas convierten a Bahía Málaga, Buenaventura, en su sala de partos, pues es ahí donde arriban para tener a sus ballenatos, para amamantarlos y entrenarlos en el largo recorrido que les espera. Entre los meses de julio y noviembre llegan a la costa Pacífica colombiana las ballenas que hacen un recorrido de más de 8.000 kilómetros desde el Polo Sur en Bahía Málaga. (Juancho Torres - Agencia Anadolu) 

“Aproximadamente 1000 ballenas llegan cada año a Bahía Málaga a cumplir sus ciclos biológicos. Son mamíferos que salen a respirar, a veces los vemos saltando y otras veces navegando. Los turistas no se pueden ir desanimados porque solamente ven un soplo, lo importante es conocer el lugar donde permanecen, mantener una distancia prudente para no afectar su ambiente, actualmente estamos trabajando para que tanto los lancheros como embarcaciones grandes y pequeñas no afectemos el entorno de estos animales”, asegura Gustavo Adolfo Asprilla Gamboa, guía turístico del Pacífico colombiano. 

Una de las experiencias de conexión más directa con la naturaleza se encuentra al observar los cortejos y juegos de estos gigantes del mar; escuchar sus cantos es un espectáculo indescriptible, que año a año se repite durante la temporada de avistamiento. Los visitantes tienen la oportunidad de llevarse uno de los recuerdos más especiales de su vida al entrar en Bahía Málaga, a donde llegan estos animales después de un recorrido de alrededor de 8.500 kilómetros, desde la Antártida hasta las aguas cálidas de esta zona del país. 

Bahía Málaga, adicional al avistamiento de ballenas, posee un gran atractivo para los amantes de la naturaleza porque es una de las zonas con más especies de fauna y flora continental marina en el planeta. Llega a albergar alrededor de 1.396 especies, distribuidas entre moluscos, crustáceos, algas marinas, aves, reptiles, anfibios, y mamíferos costeros y acuáticos.