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La floración de la lavanda, actividad de ecoturismo en Tiedra

El Centro de Interpretación Tiedra de Lavanda, primero dedicado a esta planta, coordina desde 2019 las visitas con un atractivo y didáctico recorrido por las variedades de lavanda.

El Centro de Interpretación Tiedra de Lavanda, el primero dedicado a esta planta, coordina desde 2019 las visitas con un atractivo y didáctico recorrido por las variedades de lavanda, por los lugares y modos de su cultivo, por las formas de extraer sus aromas o su presencia en la cultura más cercana y costumbres a lo largo de la historia. Junto a la destilería dedicada a la extracción de aceites esenciales, el centro se encuentra en las inmediaciones de extensas plantaciones de lavanda, contando además en su instalación con un campo de ensayo de variedades. Además, una tienda pone a la venta flores secas, jabones, saquitos, buqués, aceites esenciales y artesanía. 

Tiedra de Lavanda es el resultado de la evolución de un proyecto agrícola familiar que, en 2002, inició el matrimonio Antonio Fonseca y Luz Ruiz con la plantación de cinco hectáreas de lavanda que, en la actualidad, se han convertido en 200, a las que hay que sumar otras tantas de agricultores de la zona de Tiedra y su comarca a los que se les ofrece los servicios de plantación, recolección de la flor y destilería. 

Cada día, en grupos reducidos, los visitantes se asombran de todo lo concerniente a esta planta. “La gente aprecia mucho este tipo de nuevos proyectos”, expresa Luz Ruiz, en el diario El norte de Castilla, quien oficia de guía por la historia de esta planta aromática, destacando que “hemos conseguido generar en la comarca una alternativa de ecoturismo con la que los visitantes salen muy contentos que no deja a nadie indiferente”.  

De ahí que los comentarios habituales sean qué bonito o qué interesante, junto a constantes enhorabuenas por la iniciativa, “en especial de los visitantes que tienen inquietudes y saben valorar en conjunto una empresa que de cero ha llegado a la actual oferta de ecoturismo pasando por la producción agrícola con instalación de industria transformadora de aceites esenciales”. 

Al castillo, la iglesia, la ermita, el centro astronómico, la ruta de las fuentes o el museo arqueológico, ahora Tiedra suma este centro de interpretación dedicado al mundo de las lavandas y sus campos en flor. A pesar del parón de la pandemia, durante el pasado año, a poco de la inauguración en agosto de 2019, el centro logró tener más de 2.000 visitantes, muchos vallisoletanos y de provincias limítrofes debido al cierre perimetral de la comunidad, pero más tarde de Madrid y de todo el norte de España, desde Galicia hasta el País Vasco, pasando por Asturias y Cantabria, de donde ya habían llegado visitantes hasta que se inició la pandemia. 

A los turistas se les indica dónde se encuentran los campos de lavanda, aunque también cabe la posibilidad de que desde el mismo centro se acerque a grupos burbuja en un todoterreno por una ruta fotográfica. Además, como complemento, se ofrecen distintas actividades como el taller de destilado en alambique de plantas aromáticas. 

Talleres sensoriales 

De gran singularidad es la actividad 'Los miércoles Mindfulness' que, hasta el 25 de agosto y con el lema de ‘una experiencia para tus sentidos’, ofrece meditación activa a través de movimientos conscientes y estiramientos suaves en el marco incomparable de los campos de lavanda, según explica Beatriz Fonseca Ruiz, la hija de Antonio y Luz, que también tira del carro de la iniciativa empresarial. 

Los campos de lavanda son también el espacio para sesiones de yoga en familia o catas de vinos. Otro de los sectores en los que se incide desde Tiedra de Lavanda es en la educación con diferentes programas que incorporan dinámicas participativas y talleres para los alumnos, adaptando contenidos en función de nivel educativo y número de participantes.