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LIFE Olivares Vivos+, inicia su segunda edición hasta 2026

El proyecto LIFE Olivares Vivos+ permite la reducción del uso de fertilizantes y pesticidas en el cultivo de olivos y la recuperación de la biodiversidad.

El proyecto LIFE Olivares Vivos+ ha iniciado la segunda edición que se prolongará hasta el año 2026, tras la finalización de la primera el pasado mes de mayo, un programa que permite la reducción del uso de fertilizantes y pesticidas en el cultivo de olivos y la recuperación de la biodiversidad, tanto de flora como de fauna en las zonas donde se practican sus técnicas, así como la extensión a otras áreas en el sur de Europa. 

Así lo han señalado este jueves los expertos en la presentación de la nueva edición del LIFE Olivares Vivos+ que se ha realizado en la sede del Consejo Oleícola Internacional, en Madrid, según un comunicado de SEO/BirdLife, promotor de la iniciativa. 

“El olivar es el cultivo más importante para la conservación de la vida silvestre en Europa. Que Olivares Vivos+ acelere su expansión en las principales regiones olivareras de la cuenca mediterránea, punto caliente de biodiversidad, supone una apuesta global por recuperar el vínculo entre agricultura y naturaleza manteniendo como premisa los intereses de los agricultores”, ha explicado la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz. 

Ruiz ha señalado además que la extensión del proyecto “será el paso definitivo para consolidar a Olivares Vivos como un referente, sumando más aliados y afianzando en Europa un modelo de agricultura reconciliada con la vida”. 

Una de las metas de esta nueva fase será extender y replicar este modelo de cultivo del olivar, a través de fincas demostrativas y cursos formativos para agricultores, por las comunidades autónomas de Andalucía, Extremadura, Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Cataluña, según la ONG. 

Mientras, en la esfera internacional, se desarrollará también en el Alentejo (Portugal), la Toscana y Apulia (Italia) y el Peloponeso y Creta (Grecia). 

Los resultados del anterior proyecto LIFE Olivares Vivos, que comenzó a finales de 2015 y finalizó el pasado mes de mayo, han demostrado, según la ONG, que este nuevo modelo de olivicultura recupera biodiversidad de forma significativa y la transforma en rentabilidad, mediante el ahorro de una disminución media del 22% en el gasto de fertilizantes y fitosanitarios; por el pago por servicios ambientales (a través de los ecoesquemas y medidas agroambientales de la nueva Política Agraria Común (PAC). 

Pero, sobre todo, por el valor añadido que representa para los aceites producidos en los olivares vivos la recuperación de especies de fauna y flora garantizado por el sello Olivares Vivos y su esquema de certificación.