Reportajes

‘Hace sesenta y cinco millones de años los dinosaurios tuvieron un mal día’

España posee gran variedad de huellas de dinosaurio en entorno naturales, fue hace 150 años que se documentaron los primeros huesos en Utrillas, en Teruel.

El astrónomo y divulgador Phil Plait estuvo más que irónico cuando dijo: ‘Hace sesenta y cinco millones de años los dinosaurios tuvieron un mal día’. Y es que una de las películas que nos pusieron los pelos de punta por su animación y banda sonora fueron las de Jurasic Park, pero no sólo los efectos visuales nos hicieron preguntarnos cuál de extraordinarios fueron los dinosaurios y cuál de intrigante sería una vida en común con ellos, sino que la historia que hay detrás de su existencia es algo que nos mantiene en alerta.  

Si lo pensamos bien, fue hace 150 años que se documentaron en España los primeros huesos de dinosaurio. Fue en Utrillas, en Teruel. Desde entonces, en la Península, han aparecido muchísimos fósiles que han ayudado a comprender cómo era la vida en la Tierra hace millones de años, en la era Mesozoica y las características de estos reptiles que despiertan tanta fascinación. 

Por eso en el post de hoy queremos que anotes algunos de los lugares naturales de España que acogieron como hogar a toda clase de dinosaurios:  

Zona del mundo donde se han encontrado más huellas de dinosaurios: La Rioja  

Crédito: centropaleontologicodeenciso

Hace millones de años, los dinosaurios campaban a sus anchas por todos los rincones del planeta, incluido lo que hoy en día es La Rioja. Concretamente, esta es una de las zonas del mundo donde se han encontrado más huellas de dinosaurios. Una ruta a través de algunos de los 140 yacimientos del lugar es una manera totalmente diferente y única de descubrir estas tierras riojanas. 

La primera parada de este recorrido paleontológico es el pueblo de Munilla. Aquí encontraremos varios yacimientos como los de Las Mortajeras, Malvaciervo, Munilla-San Vicente y El Sobaquillo. Pero el más espectacular de todos es el de Peñaportillo, donde los visitantes podrán ver un rastro de 13 metros de longitud formado por 17 huellas de un dinosaurio carnívoro, a lo que se suman siete grandes pisadas de un dinosaurio herbívoro. Igualmente, en el yacimiento del Barranco de la Canal, podremos ver un rastro de un Iguanadon de 27 metros de largo. 

Crédito: lariojaturismo

La segunda parada será la localidad de Enciso, donde nos esperan más de 3.000 huellas de dinosaurios. Lo más recomendable es visitar los yacimientos de la Virgen del Campo, Poyales, Cuesta de Andorra y Valdecevillo, donde también hay reproducciones a tamaño real de varios ejemplares. 

Seguimos ahora hasta el pueblo de Cornago, que cuenta con un conjunto de cinco yacimientos conocidos como Los Cayos. Allí podremos contemplar centenares de huellas de grandes dinosaurios carnívoros. 

Terminamos la ruta en Igea, donde visitaremos el yacimiento de la Era del Peladillo. En este lugar se encontró por primera vez restos del Hadrosaurio igeensis. Finalmente, si nos acercamos hasta la ermita de la Virgen del Villar, descubriremos uno de los hallazgos más sorprendentes de la zona, un tronco fósil de una conífera de 11 metros de largo. 

La costa de los dinosaurios en Asturias 

Crédito: Turismo Colunga

Un paisaje inolvidable recorriendo la costa asturiana que además descubre otra interesante ruta de los dinosaurios en España. Desde Ribadesella a Gijón, podemos encontrar hallazgos de icnitas convenientemente señalizados. Es un itinerario perfecto para hacer con niños con vistas espectaculares que recorren los concejos de Colunga, Villaviciosa y Ribadesella. 

En la propia localidad de Colunga encontramos el Museo del Jurásico en Asturias, MUJA. Ubicado en lo alto de un acantilado y con planta de huella tridáctila, la exposición permanente recoge todo un viaje en el tiempo desde el premesozoico. Cuenta además con un enorme jardín con réplicas de yacimientos y zona de juegos para los niños. 

Crédito: Ayuntamiento Colunga  Desde el nacimiento al fin de los dinosaurios en Cuenca y alrededores 

Cuenca cuenta con importantes yacimientos que conforman otro los de los puntos de mayor interés para los seguidores de la paleontología y los dinosaurios en España. De hecho, la zona es conocida como la “Atapuerca de los dinosaurios”.  

El recorrido se inicia en la capital, con el MUPA, Museo Paleontológico de la ciudad, donde se recogen fósiles de todo Castilla La Mancha. También se incluyen restos de dos de los yacimientos más importantes de la zona, Las Hoyas y Lo Hueco, del Cretácico inferior y superior respectivamente, es decir, registros con más de 125 millones de años. 

Ambos yacimientos también se pueden visitar al aire libre y cuentan con centros expositivos abiertos al público. El itinerario, tras pasar por la ciudad, continúa por Fuentes, con el yacimiento de Lo Hueco, y prosigue por Cañada del Hoyo y Los Palancares, hasta el yacimiento de Las Hoyas, en la localidad de La Cierva. El área parece haber sido un pequeño paraíso para los dinosaurios herbívoros de gran tamaño, con pocos depredadores comparado con otras zonas de la península. Como curiosidad, gran parte del enorme yacimiento de Lo Hueco, con cerca de ocho mil fósiles hallados, se descubrió con las obras del AVE Madrid-Valencia. 

Dinosfera y yacimientos en Molí del Baró y Coll de Nargó, Lleida 

Crédito: Dinosfera 

A medida que se acercan los Pirineos volvemos a las zonas de excavación al aire libre siguiendo el rastro de los dinosaurios. El yacimiento del Molí del Baró de Lleida se ha convertido en el más moderno hallado en Europa hasta la fecha, con fósiles de hadrosaurios, huevos de titanosaurios y restos óseos de dinosaurios carnívoros.  

Gracias a diferentes asociaciones que componen la ruta de los Dinosaures dels Pirineus se puede disfrutar de varios centros de interpretación a lo largo de la comarca. Además, en Coll de Nargó podemos encontrar Dinosfera, un espacio donde disfrutar de fósiles reales y exposiciones enfocadas a los dinosaurios en España. 

Gracias a su legado a base de huellas y huesos los dinosaurios pueden estar extintos de la faz del planeta, pero siempre estarán vivos en nuestra imaginación.