Sierra Morena, el mirador ecoturístico del lince ibérico
Actualmente hay 1.111 linces ibéricos en libertad entre España y Portugal, según el último censo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
25 January 2022
Lince Ibérico en Sierra Morena // Crédito: sierradeandujar
Si hablamos de un felino de tamaño mucho mayor que un gato doméstico que se caracteriza por su aspecto robusto, sus patas largas y su cola corta con una borla negra en el extremo y que suele mantener erguida batiéndola en momentos de peligro o excitación, efectivamente, estamos hablando del lince ibérico.
A punto de desaparecer cuando el siglo XX agonizaba, confinado en dos poblaciones aisladas de apenas 98 individuos. Desde entonces la población de lince ibérico no ha dejado de crecer hasta convertirse en la estrella más salvaje del ecoturismo ibérico. La sierra de Andújar (Jaén), en plena Sierra Morena, ha sido el baluarte para su conservación y por eso ahora es el mejor lugar del mundo donde practicar ecoturismo para observarlo en libertad.
Conseguir que se reprodujera en cautividad, mejorar las poblaciones de conejo que supone el 90% de su dieta y reintroducirlo al abrigo de esos mares de encinas que protagonizan el monte mediterráneo de Sierra Morena, para lo que resultaba imprescindible conseguir la valiosa colaboración de propietarios del territorio, tanto entidades públicas como fincas privadas, han sido las claves para que actualmente haya 1.111 linces ibéricos en libertad entre España y Portugal, según el último censo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Tan exitosas han sido las acciones de conservación desarrolladas durante 22 años, en las que no ha faltado la eliminación de venenos, atropellos y reducción de obstáculos viales a la movilidad, como la lucha contra el furtivismo, la concienciación local y la vigilancia activa de las poblaciones.
La observación de este gato silvestre es la Sierra Morena una experiencia emocionante pues se pisa el territorio con la mayor concentración de linces ibéricos del mundo. Además, del disfrute de la observación del felino en las diversas sendas públicas, también existen miradores con panoramas de vértigo sobre el bosque adehesado de encinas, quejigos y alcornoques que llega hasta el horizonte y las áreas recreativas y orillas del embalse del río Jándula que acogen las 74.774 hectáreas del parque natural. Todo un espectáculo de la naturaleza para practicar jornadas de ecoturismo.