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Información Turismo Rural de Adra:
Adra es un municipio de la provincia de Almeria, en Andalucia, España. Está situado en la comarca del Poniente Almeriense y a 53 km de la capital de la provincia, Almeria.
Adra está situada en la zona más occidental de la provincia de Almería, en la Comunidad Autónoma de Andalucía. El lado occidental del término municipal constituye el límite con la provincia de Granada y abarca de sur a norte los términos municipales de Albuñol y Turón. El lado oriental limita con el término municipal de Berja (Almería).
El municipio abderitano se encuentra enclavado en las estribaciones del sureste de Sierra Nevada y su geografía está caracterizada por la existencia de un conjunto de lomas y barrancos que se inician a nivel de mar en el vértice sureste del término, y que van aumentando su altura cuanto más avanzamos hacia el norte y el oeste, alcanzando cotas máximas próximas a los 1000 metros.
La reciente construcción de la Autovía del Mediterráneo permite una comunicación rápida con la franja mediterránea, contribuyendo al desarrollo económico y turístico de la zona.
Historia de Adra:
Para algunos historiadores, Abdera (Adra) es una fundación fenicia, apagada por los Tartesos y reavivada por los griegos, cartagineses y romanos.
Los restos arqueológicos encontrados en las excavaciones llevadas a cabo en el Cerro de Montecristo, enclave donde se asentó Abdera, revelan, además, un pasado púnico a partir del siglo IV a.C., si bien anteriormente pudo ser colonia griega como sugiere su nombre.
A finales del siglo II a.C. Roma domina la costa hispánica y también la Abderitana, que será incluida en la provincia de Hispania Ulterior.
Bizantinos y Visigodos ejercerán su influencia en Adra en los siglos VI y VII. En la primavera del año 711, Tariq ben Ziyad cruza a la costa española por el Estrecho de Gibraltar, procedente del Magreb, con siete mil hombres, la mayoría bereberes, algunos libertos y muy pocos árabes, para iniciar la ocupación de la Península.
El proceso de islamización de la comarca en la que se encuentra Adra no se completará hasta finales del siglo IX.
El año 1489 señala el final del dominio musulmán en la Península con las capitulaciones de Baza, en las que se pacta la entrega, a los Reyes Católicos, de las ciudades de Almería y Guadix; antes de finalizar el año se entregaban el Alto Almanzora, la ciudad de Fiñana y muy poco tiempo después lo hacían La Alpujarra y Adra.
Desde la segunda mitad del siglo XVI, Adra desempeñó un papel importante en la economía de la comarca como vía de exportación e importación de productos a través de su puerto; pero será la caña de azúcar, su cultivo (desde 1577) y posterior transformación en otros productos, lo que supondrá el principal motor de la economía abderitana hasta mediados del siglo XX.
En 1833, la Reina Regente María Cristina configuró las actuales provincias andaluzas, acabando definitivamente con la anterior separación en reinos. Desde esa fecha, Adra dejó de pertenecer a Granada para incorporarse a la provincia de Almería.
En la actualidad, el sector agrícola, con la agricultura intensiva o bajo plástico, es la base económica del municipio.
Lugares de Interés:
· Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción: La secuencia constructiva de este edificio y el rico patrimonio que atesora es fiel reflejo de la historia de nuestra localidad en sus últimos cinco siglos. La parroquia de Santa María de la Encarnación de Adra, erigida en 1501, perteneció a la diócesis granadina hasta 1957. Su primera iglesia, una de las siete levantadas en Las Alpujarras antes de 1530, se reducía a una nave cubierta con armadura y torre a los pies. El aumento de población que se produce con la pesca de jábega y la introducción del cultivo de caña de azúcar, hizo que en 1591 el arzobispo Pedro de Castro decidiera su ensanche, concluido en 1599, que consistió en adosar a la iglesia una cabecera de concepción contrarreformista. Las cubiertas se resolvieron, para evitar que se incendiasen en un ataque, con bóvedas de ladrillo y sin tejados. El asalto de una flota turco-berberisca en 1620 confirmó los peores temores: la iglesia fue saqueada e incendiada. Pero el arzobispo Galcerán Albanell acudió de inmediato a su reparo y decretó que se hiciera un parapeto “para que la gente que subiere a lo alto de la iglesia esté segura de los moros”. La obra, ejecutada entre 1621 y 1623, consistió en dos antepechos, uno que circundaba las bóvedas de los brazos del transepto y capilla mayor, y otro ochavado sobre el crucero, con dos saeteras en cada lado. Con esta intervención, la iglesia adquirió una configuración de fortaleza. En la segunda mitad del siglo XVIII se acometió una nueva ampliación mediante el derribo de la primitiva iglesia y la construcción de las tres naves actuales. Fue aumentada en profundidad la capilla mayor, así como la sacristía, al tiempo que se erigió una nueva torre en la cabecera. A comienzos del siglo XIX se construyó el camarín de la Inmaculada Concepción, nueva titular de la parroquia, que desde el siglo XVI gozó de gran devoción en Adra, y se reconstruyó la torre, derrumbada por los terremotos de 1804. Las intervenciones posteriores, hasta la restauración acometida a finales del pasado siglo, en poco cambiaron ya su fisonomía.
· Ermita de San Sebastián: Erigida en honor del santo protector contra la peste, en la ladera meridional del “monte de Christo”, solar de la antigua Abdera, bajo el pavimento del espacio que le precede se conserva parte de una factoría de salazón de pescado de época romana. Se sabe que en 1591 se encontraba con el techo roto, lo que permite sospechar que existía antes de la rebelión de los Moriscos de 1568. Su reedificación en 1680 guarda relación con el cese de la epidemia de peste que asoló Adra el año anterior. A mediados del s. XVIII fue ampliada por la cabecera y reconstruida la nave. Coincidiendo con estas obras, el sacerdote abderitano José Valverde Carreño, que fue capellán y contador del Sacromonte granadino, colocó numerosas lápidas romanas en la portada, junto con unas huellas grabadas procedentes de las murallas y atribuidas a San Tesifón. Además del emplazamiento de tales huellas, también se cambió el supuesto origen de las mismas: en 1794, Castañeda Godoy anota que el apóstol Santiago estampó sus plantas en esta piedra, “para dejarnos una señal nada equívoca de su venida”.
Bajo las huellas, se conserva una inscripción latina con texto de San Pablo (Romanos, 10-15) y de Isaías (52-7): “Qué hermosos son sobre los montes / los pies del mensajero / que anuncia la paz / que te trae la buena nueva”. Apoyándose en el prestigio de los restos arqueológicos de Abdera, se intentó así legitimar la tradición del desembarco de Santiago y los Varones Apostólicos en nuestra población. Las lápidas auténticas y falsas, colocadas en un mismo espacio, servían para confirmar la autenticidad de un glorioso pasado sagrado. En 1941, al restaurar la ermita los armadores y pescadores abderitanos, la mayoría de aquellas lápidas fueron trasladadas al Museo Arqueológico de Almería. Como en tantos otros casos, la devoción a San Sebastián fue desplazada por una advocación mariana. En la actualidad, el retablo mayor está presidido por la imagen de la Virgen del Mar, patrona de Adra.
· Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de las Angustias, La Alquería: El monumento más destacable es la Iglesia Parroquial de La Alquería, dedicada a Nuestra Señora de las Angustias. Fue fundada hace mucho tiempo como una mezquita musulmana, y se reconvirtió al cristianismo, siendo una iglesia dedicada a Santa María hasta mediados del s. XVIII. Fue incendiada en 1570 por los moriscos. Debido a los daños recibidos, tuvieron que reconstruirla hacia el S XVIII, con ayuda de la familia Salmerón, a la que hicieron tallas en el interior de la iglesia.
· Ermita de San Isidro (s.XVIII), Barranco de Almerin:
· Restos del recinto amurallado de la Villa de Adra: Este recinto fortificado fue mandado construir por la reina Juana en 1505, aunque su conclusión definitiva se dilató varias décadas, dentro de la política de control y defensa de la costa del reino de Granada impulsada por los Reyes Católicos. Su función consistía en defender el litoral, la nueva frontera cristiana tras la conquista del reino de Granada, y se pobló trasladando población desde el interior a la costa y estimulado el asentamiento de cristianos viejos mediante una serie de privilegios fiscales. Durante los siglos XVI y XVII Adra será el objetivo de la piratería berberisca y turca, resistiendo varios asaltos y saqueos desde estas murallas. Declarada Bien de Interés cultural con la categoría de monumento, la muralla fue restaurada por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en el 2008. El recinto amurallado presentaba planta de hexágono irregular, con un perímetro de 475m, cuatro torreones redondos y tres rectangulares reforzando las esquinas. Las soluciones arquitectónicas de defensa activa se concretan en un camino de ronda bordeado por un parapeto de tapial y ladrillo con saeteras, que corona todo el perímetro, y troneras en la parte inferior de la muralla y torres. Contaba con dos puertas: la llamada del Mar, defendida por un revellín o muro bajo que impedía que fuera batida por la artillería desde el mar; y la denominada Puerta de Tierra o del Campo, localizada en la Plaza Vieja (hoy de Ortiz de Villajos), defendida por una torre inmediata. Dentro del recinto destacaba el castillo, de planta rectangular y unos impresionantes muros de unos 15m de altura. Presentaba un patio de armas y una plataforma de artillería para instalar 10 ó 12 cañones. La Torre del Homenaje, denominada el Macho, estaba dotada de puente levadizo.
Recursos Naturales de Adra:
Desde el punto de vista turístico, Adra cuenta con 13 kilómetros de playas y calas en estado virgen. Su desarrollo turístico está estrechamente vinculado al desarrollo de turismo temático y de "calidad" a partir de la valorización del Patrimonio Histórico, Natural, etc.
Información de interés

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