La puerta florida de la Sierra de las Nieves, donde la tradición morisca, los olivares centenarios y el arte popular se abrazan en un paisaje de montaña sereno y luminoso.
Alozaina es un municipio de la provincia de Málaga, en Andalucía, España. Se asienta a unos 400 metros sobre el nivel del mar y cuenta con una superficie de 33 km². Su población ronda los 2.200 habitantes en 2025, y su gentilicio es alozaino o alozaina. El pueblo se caracteriza por su arquitectura blanca, sus calles empedradas y su entorno natural de olivares, almendros y montes cubiertos de pinos y encinas.
Alozaina es un pintoresco municipio malagueño situado en la comarca del Valle del Guadalhorce, en la entrada oriental del Parque Natural Sierra de las Nieves, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Su origen se remonta a la época árabe, y el nombre proviene del término “Alhosaina”, que significa “pequeña fortaleza”. De hecho, aún se conservan restos de la antigua muralla y torre vigía que protegían el núcleo original. Tras la conquista cristiana, Alozaina vivió una etapa de desarrollo agrícola que ha perdurado hasta hoy, siendo el cultivo del olivo y la producción de aceite de oliva virgen extra uno de sus pilares económicos.
Entre sus monumentos destacan la Iglesia de Santa Ana, construida en el siglo XVIII, el Arco de entrada al pueblo —símbolo de Alozaina— y el Mirador del Castillo, desde donde se contemplan vistas espectaculares del valle. También cuenta con yacimientos arqueológicos como el de Ardite, con restos íberos y romanos.
La cultura popular está muy viva en Alozaina, con fiestas como la Feria de Agosto, la Semana Santa, y especialmente la Fiesta de la Aceituna, que celebra la tradición olivarera con música, gastronomía y actividades rurales. Además, el pueblo forma parte del Camino Mozárabe de Santiago, lo que lo convierte en parada de peregrinos y senderistas.
Alozaina es un lugar donde la historia, la naturaleza y la hospitalidad andaluza se unen en un entorno sereno y auténtico, ideal para quienes buscan desconexión, cultura y paisajes de montaña.
Carnaval de la Harina: A finales de febrero, las calles de Alozaina se llenan de alegría con su peculiar batalla de harina. Vecinos y visitantes se lanzan este ingrediente que mantiene viva una tradición con siglos de historia. Antiguamente, los mozos «enharinaban» a las mozas como señal de interés, y si ellas respondían, mostraban su aceptación. Hoy, este juego sigue entre jóvenes y mayores, acompañado del tradicional “baile de la rueda”, concursos de disfraces y el entierro de la sardina.