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Información general:
Zafra es un municipio de la provincia de Badajoz, en Extremadura, España. Forma parte de la ruta de la Vía de la Plata a su paso por la provincia de Badajoz.
· Ayuntamiento de Zafra: Teléfono 924554511
Historia:
Con importantes raíces históricas en la época de la reconquista cristiana fue dos veces conquistada por Alfonso IX y Fernando III el Santo que cedió la ciudad a la Orden de Santiago aunque antes ya sonaba Zafra como importante núcleo de la época celta y en el tiempo de los romanos. A Zafra, desde hace varios siglos se la reconoce como la “ciudad de las ferias” de la región de Extremadura, siendo una de las villas con mas onda tradición caballeresca y de gran abolengo.
Lugares de interés:
· Plaza Granza: Centro noble y señorial de la ciudad.
· Plaza Chica: Antiguo emplazamiento de mercados.
· Palacio de Justicia: De estilo neoclásico.
· La Casa Grande: De estilo renacentista.
· Colegiata de la Candelaria: Magníficos lienzos de Zurbarán.
· Convento de Santa Clara: Fundado por el primer señor de Feria.
· Iglesia de Santa Marina: Hoy Sala de Exposiciones y Congresos.
· Hospital de Santiago: Fundado por los Duques de Feria en 1446.
· Iglesia del Rosario: Contiene valioso Cristo del s. XVI.
· Convento de Santa Catalina: Con artesonado mudéjar.
· Antiguo Convento de la Cruz: Actualmente Ayuntamiento.
· Palacio de los Duques de Feria.
· El Hospital de Santiago.
· La Muralla Urbana.
· La Judería.
· La Plazuela.
· La Colegiata de la Candelaria.
· La Casa del Ajimez.
Rutas:
· La Ruta del Ducado de Feria: Salimos de Zafra en dirección a La Lapa, recorriendo un sorprendente paisaje, sobre todo a partir del otoño: monte bajo y encinas, y muchas pequeñas fincas dedicadas a la cría del cerdo ibérico especialmente, para llegar a Salvatierra de Barros. Un baluarte defensivo de los Suárez de Figueroa; tiene un castillo del s. XIII (que hoy es propiedad privada), con un cuerpo central de torre cuadrada y varias torres circulares. Aconsejamos al viajero perderse entre sus callejuelas y descubrir los pequeños talleres alfareros, donde se sigue trabajando el barro de forma artesanal.
Continuamos el camino con dirección a La Parra, otro de los reductos del Condado de Feria, para llegar a Feria, solar originario de los Suárez de Figueroa, que mandaron construir el castillo en el s. XV. Destaca la robusta Torre del Homenaje, de gran altura y planta cuadrada. Desde ella, dicen los lugareños que se divisan 22 pueblos en los días despejados. Su casco urbano está declarado de Interés Histórico–Artístico, debido a su arquitectura tradicional escasamente alterada con el paso de los años. Cerca, se puede visitar el Dólmen de la Casa del Monje. La fiesta de la Santa Cruz, que conmemora el nacimiento de la Condesa de Feria Ana Ponce, el 3 de Mayo, hace retroceder el ambiente al feudalismo más crudo.
Gastronomía Rural:
La cocina en Zafra participa de la mayoría de los platos de la Comunidad Extremeña, basada siempre en la hábil conjunción de gustos y usos rescatados de la Historia y el feliz aprovechamiento de unos productos naturales muy variados.
Pero, además, en los fogones de Zafra, se encuentran aromas y sabores de sus vecinos lusitanos y andaluces. De las tradiciones pastoriles de la Mesta permanecen platos como las humildes, pero exquisitas, Migas, con magro y torreznos de Tierra de Barros, muy recomendables para el desayuno.
Igual origen tienen los pucheros, calderetas y otros platos muy diversos con la obligada presencia del cordero o del cabrito, como los mondongos,
rabos, o la modesta pero sofisticada Chanfaina, sorprendente combinación de hígado, bofe, corazón, riñones... Y el cerdo, ibérico por encima de todo, que bajo mil maneras no puede faltar, a cualquier hora del día, de las mesas de Zafra y sus alrededores. Recetas modernas como la Ensalada de Solomillo Ibérico, o tradicionales como la Zurrapa, elaborada con hígado y manteca. O el Almoraque, magistral guiso de costillas con cebollas y pimientos.
Los embutidos son un punto y aparte cuya excelente calidad y elaboración no permiten la más mínima duda: chorizos, morcillas, morcones, lomo, panceta... hasta empezar o terminar con los jamones.
Las tencas, de una u otra forma, están siempre presentes; como lo están los frutos silvestres propios de la dehesa: cardos, criadillas, espárragos; Y las setas, de las que se cuentan cerca de un millar de especies. Tan abundante es la caza como diversos son sus modos de elaboración: liebres, conejos, perdices, patos, palomas, jabalíes, venados...
Sin pasar por alto los quesos, no se olvide el viajero de los vinos de la zona que, como los de Matanegra y de las Riberas del Guadiana, son de universal aprecio; junto a éstos conviene no olvidar los nombres de Montánchez, Cañamero o Tierra de Barros.
Muy apreciados también son los licores elaborados con productos de la región: licores de bellotas, de almendras, de cerezas, de
grosellas, etc.
Un buen remate para una buena mesa son los dulces elaborados, infinidad de ellos, con recetas moriscas, judías o del convento, con la muy frecuente presencia de la miel, principalmente de encina.
De muchos de estos platos ofrece buena muestra y excelente elaboración la cocina del Parador, como el viajero tendrá ocasión de comprobar.
Aunque lógicamente variables en función de la estacionalidad, son platos familiares en la Carta, entre otros, la Macarraca, el
Zorongollo, la Tosta de Salmorejo, el Frite de Criadillas de Tierra. Y postres como los Repápalos en Leche a la Canela o los Corazones de Obispo, preparados según receta sigilosamente guardada por las monjas del Convento de Santa Clara.
Y, para finalizar, un cava extremeño.
Información de interés

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